Hace 30 lunas no sabia si plasmarte, tu esencia se hacia efímera a mi
olfato, tus pilares no tenían bases concretas...
No deje que el tambor tocara mas de una nota, el pecho no esparció
neblinas de confusión y tu pelaje de cordero. Rosáceo no pastearia en
mis montañas como dueño de altos y llanura, lo comprendi.... Mas
continúe mirando asia ti como lo haría. Un mortal infante cuando algún
capricho se le antoja por mas tiempo de lo debido... Al final es un
capricho y como tal las ganas se esfumaron como brasas en un
ventarron.
Las ganas de ver el Granate de tu quebradizo corazon engalanar la
corona que hoy llevo quedara como recuerdo de lo que lumincamente no
paso.
Caminos nuevos no hay... Una vetusta atención aun sobra... Mas los
engranajes sin destino de mi ser están ausentes de tu totalitaria
órbita de falsa grabitacion.
Desgarbado estan tus ropajes, tu ser arrastra la sombra y fantasma de
antiguos reyes sin corona, sin raigambre ni arcas a llenar.
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